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Sistemas alternativos de comunicación

Arans-Bur le pone letra a la tele pública

MQD, el centro especial de empleo de la asociación

de sordos, ha incorporado a su plantilla a 17

personas nuevas para subtitular los principales

programas de Televisión Española, entre ellos, La

Mañana de la 1 o España Directo

La traducción al lenguaje de signos se utiliza en muchos programas.

JESÚS JAVIER MATÍAS
ANGÉLICA GONZÁLEZ / BURGOS

Hacer visible la palabra para que las personas con discapacidad auditiva se puedan integrar mejor». Así resume José Luis Arlanzón, gerente de Arans-Bur, la asociación de personas sordas cuya empresa MQD (Mira lo Que te Digo) está subtitulando los principales programas de TVE, cuál es el espíritu con el que trabajan desde principios de los años 80. Los medios técnicos de ahora no tienen nada que ver con los de hace tres décadas pero el objetivo es idéntico y todo el trabajo desarrollado en este tiempo les ha hecho ser pioneros en el país en el subtitulado en directo. 
Quizás por eso TVE le ha confiado el poner por escrito los contenidos de algunos de sus programas de más tirón como La Mañana de La 1 o España Directo y las retransmisiones de Teledeporte, además de las sesiones de control al Gobierno, los debates sobre el Estado de la Nación o las comparecencias del portavoz gubernamental tras el Consejo de Ministros de los viernes, que ya venían haciendo. «Las televisiones están obligadas por ley a subtitular los programas en directo, antes solo ocurría con los grabados previamente, y antes del 2013 se incorporará esta obligación también a los espacios publicitarios», explicó Arlanzón.
Para ello MQD ha tenido que ser homologada como prestadora de servicios de subtitulado en directo, lo que consiguió en abril de 2010. Con esta acreditación ha comenzado a participar en un sistema de contratación denominado ‘dinámico’ por el que cada seis meses las empresas presentan sus propuestas. Arans-Bur acaba de ganar el primer concurso y ha tenido que contratar a 17 personas más de las 10 que ya estaban para hacer frente a todo el trabajo y sigue haciendo pruebas para aumentar la plantilla en la que, al ser un centro especial de empleo, la mayoría de los trabajadores tienen alguna discapacidad. 
Los profesionales de MQD utilizan dos técnicas para subtitular: la estenotipia informatizada, que permite transcribir en tiempo real el discurso del habla humana, y el sistema de ‘rehablado’ a través de un reconocedor de voz, que ha dado lugar a una nueva profesión: el ‘rehablador’. «En Gran Bretaña apareció en el 2001 y ahora se está extendiendo por toda Europa. Se trata de una especialización de las carreras de Interpretación o Traducción a través de un máster de una duración de seis meses». 
Estos expertos se dedican a escuchar y a reproducir lo que se ha dicho de forma más concreta y sintética y por una red virtual se envía rápidamente a Televisión Española porque se penaliza si hay una tardanza de más de diez segundos. Los diferentes personajes que hablan son identificados con colores distintos en el fondo en el que aparecen transcritas sus palabras. Uno de sus próximos trabajos será la retransmisión en directo el próximo 5 de junio de los premios MTV, que se podrá seguir por el teléfono móvil.
MQD realiza, además, ‘audiosignoguías’ para museos. La última, que aún está en desarrollo, es la del Museo de la Evolución Humana (MEH) pero también ha realizado las del Centro de Interpretación del Árbol Fósil de Hacinas o la de la exposición de Warhol en la Casa del Cordón.  

LA SORDERA EN LOS ADOLESCENTES

auriculares

Association’. Lo que todavía no se sabe es qué causa esta pérdida de audición: iPod, reproductores MP3 o discotecas; factores de riesgo que no han demostrado una relación directa.

Un grupo de expertos, encabezado por Josef Shargorodsky, del Brigham and Women’s Hospital (Boston, EEUU), cotejó los datos de dos estudios sanitarios realizados con una década de diferencia -en 1994 y 2006- en los que, entre otras mediciones, se analizó la salud auditiva de los participantes.

El trabajo ahora publicado se centra en la información de más de 4.600 jóvenes. Todos ellos tenían entre 12 y 19 años y se excluyó a los que sufrían un dolor de oído que les impedía utilizar auriculares y a aquellos con implantes cocleares. Un criterio que, según los propios autores, podría haber “infravalorado” la incidencia real de las pérdidas de audición.

 

Tras realizar las pertinentes audimetrías, se consideró que los jóvenes presentaban una disminución leve de la capacidad auditiva cuando el umbral se situó entre los 15 dB y los 25 dB; y se consideró moderada o severa según se fue superando esta última cifra.

Además de la intensidad, los expertos caracterizaron este trastorno en función de su unilateralidad o bilateralidad (en uno o los dos oídos) y de si éste se producía con las frecuencias bajas (0,5, 1 y 2 kHz, que son sonidos más graves) o las altas (3,4,6 y 8 kHz, más agudos).

Como resultado general, los investigadores afirman en ‘JAMA’ que “la prevalencia de cualquier clase de pérdida de audición aumentó de forma significativa, de un 14,9%, entre 1988 y 1994, a un 19,5%, entre 2005 y 2006 [...] Esto representa un incremento del 31% en la presencia de este trastorno”.
Uno de cada 20 niños

El documento destaca que “uno de cada 20 niños en esta franja de edad presenta una disminución auditiva moderada o severa”, tal y como demuestra el incremento de un 3,5% a un 5,3% en su incidencia. Lo más común es sufrir esta pérdida en un solo oído y ante las frecuencias más altas.

Por otro lado, haber padecido tres o más infecciones de oído, el uso de armas de fuego o la exposición a música alta durante cinco o más horas semanales no fueron factores directamente relacionados con los problemas de audición. Sólo fue estadísticamente significativo vivir bajo el umbral de la pobreza.

No obstante, los autores recalcan que los jóvenes suelen subestimar los ruidos altos. E indican que el hecho de que la mayor incidencia de pérdidas auditivas sea con las frecuencias más altas podría indicar que el nivel de sonido sí está resultando dañino.
Un avión en los oídos

Tal y como recomiendan los expertos, es necesario seguir investigando en las causas de este trastorno, especialmente en las que se puedan prevenir. En esta línea, Peter M. Rabinowitz, profesor de Medicina de la Universidad de Yale (EEUU), realizó un estudio en el que midió el volumen máximo que alcanzan los reproductores MP3 y los iPod.

Según este trabajo, ponerse las canciones preferidas a todo volumen puede exceder los 120 decibelios, los mismos a los que llega un avión cuando sale de pista. Esta cifra, al margen de hacerle sentir como una estrella de rock, de pop o de jazz, según sus gustos, tiene consecuencias para la salud. La primera, y más importante, es un riesgo considerable de sufrir pérdida auditiva a largo plazo. Luego vienen otros problemas, como la falta de concentración o aislamiento social.

No obstante, todavía no se ha podido demostrar esta relación causa-efecto. Según explica Rabinowitz en ‘The British Medical Journal’, “los reproductores de MP3 se han popularizado tan rápidamente que los médicos y los científicos se han quedado atrás por la tecnología, y son incapaces de decir qué tipo de pérdida de audición podría provocar”.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE

El lenguaje es una acto social, resultado de la intervención de diversos factores: los estímulos,la inteligencia del niño, la afectividad o mundo emocional del niño.

Cada niño sigue su propio ritmo, pero hay una serie de signos que será conveniente observar pues nos alertarán de que algo no marcha bien:

- que un bebé sea silencioso y no balbucee durante los primeros meses.

- que entre los 12 y 24 meses no comprenda órdenes sencillas (señalar con el dedo algo que se le nombra, negar con la cabeza, decir adios con la mano,...) ni desarrolle una jerga (un habla) espontánea.

- que, alrededor de los 2 años, no pronuncie palabras parecidas a las del lenguaje establecido.

- que sobre los 3 años y medio, su habla no pueda ser entendida por personas que no forman parte de su núcleo familiar.

Si un niño de 2 años y medio no habla es importante discriminar:

- si comprende el lenguaje, lo que se le dice.

- si puede haber alguna lesión neurológica, sensorial ( de la audición, sobre todo)o motriz (ha de poder "hacer" lo que oye) o déficit en los órganos de fonación.

- si cuenta con un nivel de inteligencia suficiente; lenguaje e inteligencia van muy unidos.

- si le rodea un ambiente adecuado (de buena estimulación).

- si le rodea algún problema más de tipo psicológico, que pueda estar influyendo en dicha adquisición (algún bloqueo emocional, nacimiento de un hermanito,...).

Si se observa alguno de estos puntos, será conveniente consultar al pediatra.

DISFONIA: es un trastorno o alteración del tono o timbre de la voz en su emisión provocado: por un funcionamiento prolongado que fatiga los músuclos de la laringe o por un trastorno orgánico.

DISLALIAS: es un trastorno o alteración en la articulación de los fonemas o sonidos: bien sea porque se omiten algunos de ellos o porque se sustituyen por otros.

DISFASIAS: trastorno severo del lenguaje, tanto en la comprensión como en la producción y cuyas causas no se explican por problemas sensoriales, intelectuales,neurológicos,...

Suelen ir asociadas a otros trastornos (atención dispersa, aislamiento,...)

AFASIAS: trastornos del lenguaje producido por alguna lesión cerebral, despúes de que el individuo haya adquirido el lenguaje

DISFEMIA O TARTAMUDEZ: dificultad de mantener la fluidez normal del habla, dando lugar a la repetición rápida de sonidos y/o sílabas, provocando bloqueos al intentar pronunciar una palabra.

- Suele acompañarse de otros movimientos corporales (parpadeo, muecas, balanceo de brazos,...) que pretenden encontrar ayuda para superar el bloqueo verbal.

- Desaparece espontáneamente en la mayoría de los casos; responde a una tensión propia de entre los 2 y 5 años (edad en la que suele hacer su aparición).

- No inquietarse con el niño, sino darle confianza e intentar relajar su tensión.

- Los tartamudos no siempre tartamudean; pero una vez se ha iniciado el trastorno, saben con antelación qué palabra les causa el problema y eso puede provocar aún más ese rasgo.

- La actitud más correcta estaría en ignorar el tartamudeo temprano del niño, pues cuanta más conciencia tenga éste de su tartamudez, es más fácil que el problema empeore. Se le hablará correctamente, con paciencia, sin terminar las frases que el niño inicie, ni interrumpirle. Y favorecer un clima de tranquilidad y relajación (sin prisas), cuando se entable conversación con él.

- Si el tartamudeo es grave o no mejora, habrá que buscar la ayuda de algún especialista infantil.